Cuando hablamos de menstruación sostenible nos referimos a ese adjetivo, sostenible, como principal eje. Porque mujeres, hoy por hoy nuestra menstruación no es sostenible, no hay planeta suficiente para guardar y recoger la cantidad de residuos que producimos todos los meses entre todas. Actualmente los residuos más contaminantes de nuestro planeta son los tampones y las compresas, junto con los pañales de bebé. Tenemos en nuestras manos el poder de cambiar las cosas porque cambiarían mucho si nosotras nos concienciáramos y cambiáramos nuestros hábitos menstruales.
Y como a mí no hay cosa que más que me gusten que los números y los datos, voy a exponer CIFRAS de éste problema.
Una mujer utiliza aproximadamente, y tirando por lo bajo, unas 4 compresas o tampones diarios, con unos 4 días de menstruación al mes suponen, con una media de 520 ciclos a lo largo nuestra vida (unos 40 años más o menos), ¡8320 tampones o compresas a lo largo de nuestra vida!!
Si hablamos en peso, cada compresa usada que puede pesar unos 5 gr, produciríamos unos 42 kg de basura durante toda nuestra vida fértil. Parece poca cantidad pero 42 kg en algo como las compresas que pesan poco pero ocupan mucho es bastante residuo.
Y si hablamos de cifras económicas, he echado una media del precio de los tampones y de las compresas y me sale unos 4,5 € las 20 uds. De ésta manera nos gastamos en nuestra menstruación unos 1900 €. Teniendo en cuenta que la copa menstrual cuesta unos 25-35 € y dura cada una unos 10 años, con un buen cuidado, el ahorro económico es evidente también.
Una última cifra que para mí es la más importante es que una compresa puede tardar en degradarse por completo unos 500 años!!! Y durante todo éste tiempo los plásticos presentes en éstos productos se degradan en microplásticos pasando a nuestros mares provocando que nuestra fauna marina se contamine con ellos al confundirlos con plancton.
Todo esto se puede evitar, ¿Cuáles serían las ALTERNATIVAS a éstos productos?
Todas éstas alternativas y opciones, no solo nos ayudan a no crear el residuo que hemos especificado antes y a reducir el dinero que nos gastamos, sino también nos evitará estar en contacto con todos los productos químicos y plásticos con los que están fabricados las compresas y tampones que usamos de manera habitual.
La composición de nuestras compresas o tampones ha sido una incógnita hasta hace pocos años, que por presión popular algunas marcas dijeron la composición de sus productos.
Un ejemplo de ello es Tampax y sus tampones están hechos de algodón, rayón (una fibra artificial hecha a base de celulosa) y poliéster o polipropileno ( básicamente plástico del guarro ).
Ausonia también publicó que “La capa superficial de nuestros productos es de polietileno con microporos, para facilitar el paso del flujo menstrual al interior de la compresa. Una segunda capa de poliéster y viscosa facilita la dispersión del flujo hacia el núcleo absorbente, formado por un tissue de celulosa y gel absorbente, que impide, por la presión del peso corporal, que el flujo vuelva a salir al exterior. Finalmente, una lámina de polietileno impermeable dificulta que se produzcan escapes que manchen la ropa interior”, que al final no es más que mucho plástico y una capa de celulosa.
Éstos son los materiales generales de los que están hechos pero llevan otros productos altamente contaminantes y tóxicos como son dioxina, poliacrilato, rayón y asbesto. Para hacernos una idea doy una pequeña pincelada de lo que son éstos COMPONENTES.
La organización estadounidense sin ánimo de lucro Women’s Voices for the Earth (WVE) mostró en un estudio la presencia en estos artículos de sustancias carcinógenas, alérgenas y disruptores endocrinos. “El tejido vaginal es mucho más absorbente que el resto de la piel, por lo que la presencia de productos químicos en los productos para el cuidado femenino es especialmente preocupante”, afirma.
Después de todo ésto tenemos clarísimo que las compresas y tampones no son reciclables ni biodegradables pero muchas mujeres acaban tirándolos al váter. A parte del problema medioambiental que ésto causa porque al final acaban en nuestros océanos, ríos y bosques, lo que sucede es que con el contacto con el agua acaban ensanchándose provocando el atasco de tuberías y provocando grandes problemas en nuestro sistema de tratamiento de aguas.
Como he dicho al principio del artículo, como mujeres y superpoderosas que somos, tenemos en nuestra mano un cambio muy grande y muy significativo que podemos hacer entre todas.
Porque la energía y la unión femenina puede con todo.
Espero que os haya gustado el artículo, si queréis que profundice más en algún aspecto comentármelo.
Un abrazo grande bellas!