- La primera vez que enciendas tu vela de soja hazlo por un tiempo mínimo de una hora, o hasta que se derrita toda la capa superficial.
De esta manera evitaremos que se queme de forma irregular, que nos puedan quedar huecos indeseados o que desperdiciemos cera porque se nos quede cera sin derretir en las paredes del envase. - Como estamos utilizando la cera de soja y es una cera de bajo punto de fusión, al ser una cera natural, tenemos que tener en cuenta no utilizarlas más de dos o tres horas seguidas. Éste tiempo dependerá del tamaño de la vela.
Pero si la dejamos mucho tiempo encendida y toda la cera del envase se llega a deshacer, lo que podemos provocar es que la mecha se desestabilice y se embeba dentro de la cera y la vela se eche a perder. - Cuando vayas a apagar la vela intenta hacerlo quitándole el oxígeno al recipiente en el que la tengas y no soplando.
Es decir, apaga tu vela poniendo la tapa al recipiente, en caso de que tengas, o sino poniéndole encima alguna tapadera o elemento que evite que la llama siga cogiendo oxígeno del ambiente.
Soplar la vela puede darnos la sensación de que la mecha esté apagado pero en su interior puede seguir consumiéndose y perder sus propiedades caloríficas. - No encender de nuevo la vela hasta que no esté totalmente sólida y fría.
- La cera de soja, al tener un punto de fusión bajo, no debemos conservar la vela cerca de una fuente de calor o expuesta al sol directo.
- Cuando se acaba la vela, puedo volver a utilizar el recipiente en el que la había creado.
Te recomiendo retirar los restos de vela con un papel de cocina. Lavar el recipiente, de manera normal, con agua y jabón, desinfectamos el recipiente con alcohol de 70º, y ya estaría listo para poder verter otra nueva vela en él o utilizarlo para cualquier otro uso. - Antes de encender nuestra vela de nuevo, retirar con la mano el sobrante de mecha quemado, de ésta manera evitaremos que se cree algún tipo de hollín que nos ensucie la vela y así se queme perfectamente la vela.
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